POSITIVA EVALUACIÓN DEL PROGRAMA E TAHI POKI E TAHI TUMU /UN NIÑO, UN ÁRBOL
“Este programa nace de la necesidad de reintegrar en la familia la costumbre cultural, como sabemos a través de la transmisión oral, de enterrar la placenta en un árbol existente en el lugar de nacimiento del bebé. De esta manera, además potenciamos la reforestación de espacios privados y públicos, generando una acción frente al cambio climático”, explicó Te Ra’a Tuki, coordinadora de la iniciativa de la Dirección de Medio Ambiente.
Desde su implementación, en enero del 2021, se han entregado 56 plantas y “sólo dos madres no quisieron ser partícipes de esta iniciativa".
El programa entrega ejemplares del tipo frutal, melífero u ornamental, los que provienen del vivero de la Dirección de Medio Ambiente. Quienes se inscriben, aceptan el seguimiento del árbol. La primera visita se realiza a los seis meses de la plantación y la segunda, un año después.