EL SIGNIFICADO DE LOS CARROS ALEGÓRICOS DEL NARI NARI
Desde las 14.00 horas comenzaron a llegar hasta el inicio de la calle Atamu Tekena los participantes del Nari Nari que como es tradicional marca el inicio del fin del festival que por siete días honró la herencia ancestral en el arte, el deporte, la gastronomía y otras disciplinas. Los carros alegóricos volvieron a sorprender, especialmente a quienes por primera vez asistieron al desfile.
El director Simón Teao con el apoyo artístico de Te Pou Huke estuvieron detrás de la instalación que representaba el Umu Pakate, curanto de Pascua de Resurrección, logró reflejar el sincretismo entre la cultura rapa nui tradicional y la religión católica.
Este carro tenía al centro una piedra tallada que representa dicho curanto y esta tradición familiar y además de una escultura en piedra del busto de Horacio Teoa Torio. Al ser este el carro en que se transporta a la reina, en un sitial tallado en madera, se hace un homenaje a las familias de la ariki, Tiare Flores Riroroko, descendiente de las familias Teao y Riroroko.
Esta escultura contiene un detalle, consistente en un papiro en las manos de Takuana que representa el Tratado de Voluntades entre el Estado de Chile y Rapa Nui, el que de acuerdo a los relatos él fue responsable de resguardar. Además, este carro cuenta con otras dos esculturas, un moai vahine, moai mujer, que se encuentra en el ahu Nau Nau, en Anakena, resaltando la figura e importancia de las mujeres y una piedra tallada con detalles de moai, moko, manutara y manu tavake que representa la estirpe real de la ariki.
EL carro ono tupuna también del director artístico Te Pou Huke, representó la riqueza cultural y material legada por los ancestros hasta nuestros días. El moai, también denominado Ariŋa Ora (rostro vivo), hace trascender, les da vida a los tupuna (ancestros), más allá de la muerte terrenal. Es la imagen más popular de Rapa Nui, la que ha hecho conocida a la isla en el mundo entero y, a la vez, el elemento más sagrado de su cultura.
En esta instalación se logró simbolizar la continuidad entre los moai tupuna y el esfuerzo de los artistas locales por mantener viva la cultura rapa nui, conteniendo representaciones en madera de algunos moai característicos, como los moai Hiave y Tangata tere vaikava que se encuentran, en el Rano Raraku, moai Hotu Iti, en Hanga Nui (al ingreso del ahu Toŋariki), moai Pou Haka Nonoŋa, un moai de dos cabezas del ahu Tahiri en Vinapu, entre otros. Los que se disponen de manera circular, con la intención de mostrar esa continuidad y punto de encuentro entre el legado de los ancestros y las actuales expresiones culturales del pueblo Rapa Nui. Me’e ta’e aŋa he ara o te haka ara me’e poreko e mai te hui tupuna ana. (Himene “Ara o te Roŋo Roŋo”, Kio Teao)
El Tapu Pera, lugar sagrado y prohibido en el que se cremaba a los fallecidos a la intemperie envueltos en un moenga se encarna en el papaku (cadáver) sostenido entre dos estructuras, que contienen detalles de un aku aku, moai kava kava y de varios Kauteki, herramienta utilizada por los escultores, en su incansable labor de mantener vivas las expresiones culturales tradicionales rapa nui.